Monumento a Jacinto Benavente en el Retiro

Una cariátide de bronce sosteniendo una máscara que representa el teatro. Es el monumento a Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura, que preside el Parterre del Retiro.

La obra es de Victorio Macho, autor de otras dos esculturas en el Retiro: la fuente de Santiago Ramón y Cajal (1926), otro Nobel español,  y la estatua de Benito Pérez Galdós (1918). Fue inaugurada el 24 de abril de 1962.

Era un encargo de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), que abrió en 1954 una suscripción popular para homenajear al recién fallecido dramaturgo. Se recaudó 1 millón de pesetas, una cantidad formidable en esa época, que cubrió la totalidad del coste del monumento.

Jacinto Benavente (1866-1954) recibió en 1922 el Premio Nobel de Literatura por el conjunto de su obra teatral, que incluye títulos como “Los intereses creados”, “La malquerida” y “Rosas de otoño”.

El monumento consiste en una cariátide de bronce de tres metros de altura que sostiene una máscara teatral. Se alza sobre un pedestal de granito, de 3,2 metros de altura, en cuyo frente se puede ver la efigie del escritor rodeada por una corona de laurel. En las otras tres caras del pedestal están grabadas las figuras de “Crispín” (personaje de “Los intereses creados”), “La malquerida” (en homenaje a la obra homónima, que encumbró en 1905 a la actriz María Guerrero) y “Drama”.

El hijo desplazó al padre

El monumento se alza en el Parterre, un jardín barroco francés que fue reformado en la época de Felipe V y al que se accede desde la elegante puerta de Felipe IV, también conocida como de Mariana de Neoburgo, obra del arquitecto Melchor de Bueres (1679).

Justo en ese punto, en el centro del Parterre, estuvo durante décadas una estatua dedicada al doctor Mariano Benavente, casualmente padre del dramaturgo, un eminente pediatra del siglo XIX que fue director del Hospital del Niño Jesús. Esa escultura, mucho más modesta que la de su hijo, está ahora a un lado del jardín. En donde vemos ahora el monumento a Benavente también estuvo un tiempo el conjunto escultórico de Daoíz y Velarde, que ahora preside la plaza del Dos de Mayo en Malasaña. Las vueltas que dan las estatuas en Madrid…

Foto: Ignacio Bazarra

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